Cánticos en el Camino: Fe que asciende
Los Salmos 122 y 123 forman parte de los "Cánticos de Ascenso", oraciones que el pueblo de Dios entonaba mientras subía a Jerusalén. En ellos se refleja tanto el gozo de estar en la presencia de Dios como la humildad de depender completamente de Su misericordia.
Salmo 122 expresa la alegría de ir a la casa de Dios. El salmista celebra el privilegio de adorar con otros y reconoce la importancia de orar por la paz de Jerusalén. Nos recuerda que estar cerca de Dios, en comunidad, es motivo de gozo y gratitud.
Salmo 123, en contraste, es una oración de súplica desde un lugar de necesidad. El salmista levanta sus ojos al cielo, como los siervos a su señor, clamando por misericordia. Es una imagen poderosa de humildad, dependencia y confianza en que solo Dios puede responder cuando el desprecio del mundo nos hiere.
🌟 En estos dos salmos vemos la belleza del camino espiritual: gozo en la comunión con Dios y confianza en medio de la necesidad. Caminar por fe incluye cantar en la subida… incluso cuando hay lágrimas o cansancio.
✨ Versículos clave:
Salmo 122:1 – "Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos."
Salmo 122:6 – "Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman."
Salmo 123:1 – "A ti alcé mis ojos, a ti que habitas en los cielos."
Salmo 123:3 – "Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros..."