Permanecer en la fe

Todo lo que tenemos viene de Dios, no solo lo material, sino las bendiciones espirituales en Cristo. Él nos eligió, nos amó y nos dio propósito: vivir para alabanza de su gloria.

Pablo escribe desde la cárcel con un corazón agradecido, reconociendo la gracia de Dios que lo transformó. Ora por los creyentes, para que crezcamos en sabiduría y conozcamos más a Dios.

En Efesios 2, nos recuerda que estábamos muertos en pecados, pero Dios —rico en misericordia— nos dio vida. La salvación es un regalo por gracia, no por obras.

Ahora somos parte de su familia. Nuestras buenas obras no buscan su amor, son una respuesta a lo que ya hemos recibido.

Permanecer en la fe es caminar cada día con Él, dejando que su Palabra ilumine nuestro camino.

Dios quiere usar tu vida, como usó la de Pablo, para impactar a otros.

A Dios sea la gloria por lo que ha hecho en nosotros.