Salmos Cap.28 y 122

El Salmo 28 es un poema de súplica y alabanza que refleja la búsqueda de ayuda divina en momentos de dificultad. En este Salmo, el salmista clama a Dios para que lo escuche y lo libere de sus enemigos. A medida que avanza, el tono se vuelve de alabanza y confianza en la protección y respuesta de Dios.

El Salmo 122 es un canto de alegría y anhelo por la casa de Dios y la ciudad de Jerusalén. En este Salmo, el salmista expresa su deseo de reunirse con otros creyentes para adorar en el templo y participar en las festividades religiosas. Este Salmo refleja un profundo amor y anhelo por la adoración y la comunión con Dios en su casa.