La palabra "bautizar" viene directamente del idioma original del Nuevo Testamento, el griego.  Bautizar es la forma castellanizada del verbo griego "baptidzo", que significa sumergir, o mojar por completo. En los escritos del idioma griego de la época del Nuevo Testamento, se usaba la palabra griega "baptidzo" refiriéndose a la acción de una mujer que teñía una ropa en una tina. Por supuesto, se necesita más que unas cuantas gotas de agua para llevar acabo estas acciones.
Por esto de acuerdo con el Nuevo Testamento, bautizar consiste en la acción de sumergir a una persona completamente en algún elemento: en agua, en Cristo, o en el Espíritu Santo. Aquí nos enfocamos únicamente en el bautismo en agua.

El bautismo en agua representa la muerte y sepultura de Jesucristo, y nuestra identificación con él. Significa por lo tanto la muerte y la sepultura de nuestra pasada manera de vivir. Por eso viene a ser un testimonio a los que observan: manifestamos que estuvimos muertos en pecados y delitos, as ahora vivimos en Cristo. En el bautismo en agua nos identificamos públicamente como discípulos de Cristo, así como declaramos nuestra fe en su sacrificio para darnos nueva vida. Proclamamos el perdón de pecados y una vida transformada : decimos a todo aquel que observa que estamos en Cristo. (Rom.6:3-6; Gál.2:20-21; 3:27; Col.2:12; 1 Pedro 3:21)

No. El que  creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado (Marcos 16:16). La condenación viene a causa de no creer en Jesucristo; sin embargo, la salvación no depende del bautismo en agua. El bautismo en agua es una declaración pública, no un medio de redención. "Levántate, y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre." (Hechos 22:16) Pablo narra las circunstancias de su conversión. Hay que notar que lo que Dios toma en cuenta para salvación es la fe (Rom.10:8-13; Lucas 23.39-43). Con el bautismo en agua estamos proclamando la salvación que hemos recibido por fe; no lo hacemos para obtener alguna cosa. Pablo fue lavado de sus pecados al invocar e nombre de Jesús, reconociéndolo como Salvador suyo. Luego, cuando fue bautizado, Pablo estaba declarando esa fe en la muerte y la resurrección de Jesucristo.

No. El pecado es espiritual, mas el agua es material. El agua sirve para lavar el cuerpo (1Pedro 3:21) pero sólo la sangre de Jesús puede lavar los pecados (Hebreos9:14). Consideremos que nuestro Señor Jesús también fue bautizado en agua; no conoció pecado, ni nunca hizo maldad, ni fue hallado engaño en su boca: pero en todo se hizo semejante a nosotros para ser fiel sumo sacerdote. (2 Cor.5:21; Isaías 53:9; Mat.3:13-15; Hebreos 2:17)

Todos los que creen en Jesucristo; pues han recibido su perdón, y pueden decir "Soy nueva criatura: las cosas viejas pasaron; he aquí todas
son hechas nuevas"' (2 Cor.5:17). Es decir, los que han nacido de nuevo (Hechos 8:36-37; 10:47).

La norma en los casos que vemos en la Biblia muestra que casi no hay tiempo entre la conversión y el bautismo en agua. Parece que por razones prácticas, se ha hecho la costumbre de esperar algún tiempo, o hasta cierta edad, o hasta que se haya tomado un curso. Debido a la mucha confusión que existe hoy acerca del bautismo en agua, a veces podría ser conveniente esperar hasta que sea aclarado toda duda. Lo cierto es que el tiempo no hace discípulos; los discípulos hacen discípulos.

Como la palabra de Dios lo indica, los apóstoles no dejaban que pasara mucho tiempo; el bautismo en agua era casi al inmediato. Las epístolas a las varias iglesias nos muestran que, por lo regular, aquellos cristianos no tenían una conversión más auténtica ni más dramática que la nuestra; es más: las epístolas dirigidas a las iglesias nos muestran que ellos a veces y en algunos aspectos no andaban muy bien. Por lo tanto, es vano pretender que por el simple hecho de ser bautizado en agua, vayas a empezar a dar “mejor tu testimonio”. Tu testimonio no consiste en lo que tú hayas hecho para Dios, sino en lo que él ha hecho por ti. Purificas tu alma por obediencia a la verdad (1ª Pedro 1:22) y lo demuestras con frutos (Lucas 3:8; Juan 14:15).

Jesús dijo, "dejad a los niños venir a mi. (Mat.19:14).
La Biblia no apoya la noción que algunos tienen, de que los niños no puedan captar las verdades espirituales. Si pueden entender que han hecho algo malo, ¿por qué no podrán entender que Jesús sufrió el castigo por ellos? Nos imaginamos que ellos no van a poder recibir eso, porque nuestro corazón, siendo endurecido, no comprende muy fácilmente las cosas de Dios. Tan pronto que un niño pueda entender lo que es el amor, necesita saber que Dios le ama. Tan pronto que pueda entender sus culpas, necesita entender que Cristo murió para quitar esas culpas. Y si en verdad creen y lo manifiestan y lo desean, "¿puede acaso alguno impedir el agua para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?" (Hechos 10:47).

El Señor Jesús sólo nos dejó dos actos públicos (lo que algunos llaman "sacramentos") para mostrar obediencia: la Cena del Señor, y el bautismo en agua. Es interesante notar que ambos son señales acerca de la muerte del Jesucristo. Por eso, si no has sido bautizado en agua, jestás perdiendo la mitad! El bautismo en agua te identifica públicamente como seguidor de Cristo; te identifica como arrepentido, declaras tu fe en él, y formalizas en público la relación que tienes diariamente con él.